La epidemia de ébola en Guinea se extendía el viernes, en particular en la capital Conakry, hasta hace poco al margen de ésta y actualmente afectada por este virus altamente contagioso y mortal, lo que inquieta a los países vecinos.
Según un balance dado a conocer el viernes de noche por el ministerio de Salud guineano, se registraron ocho casos, uno de ellos mortal, en los dos últimos días en Conakry, ubicada al noroeste del país. Todos fueron confirmados como casos de afectados por el virus ébola.
Según fuentes médicas, las personas afectadas fueron internadas y aisladas en el hospital más grande de la capital.
La fiebre hemorrágica hizo su aparición en el departamento de Dabola, en el centro del país, donde se registró un caso mortal, cuyo origen no fue precisado.
"El cúmulo de casos sospechosos registrados desde enero hasta el 28 de marzo de 2014 (viernes) es de un total de 111 sospechosos de fiebre hemorrágica viral, entre los cuales se cuentan 70 muertos, o sea, una tasa de morbilidad del 63%", según un comunicado del ministerio de Salud.
El balance precedente era 103 casos, de los cuales 66 afectados fallecieron
La gran mayoría de los casos se registraron en ciudades y regiones del sur de Guinea, considerada como el epicentro de esta epidemia, las zonas más afectadas son Gueckedu (51 muertos sobre 73 casos detectados) y Macenta (12 fallecidos de 22 casos constatados).
Hasta el viernes, los análisis de las muestras tomadas a 45 de los pacientes afectados por las fiebres arrojaron que 19 eran por el virus ébola, según el ministerio, que no precisó el origen del resto.
A este balance guineano se añaden ocho casos sospechosos -seis de ellos mortales- de fiebre hemorrágica viral en Liberia y otros seis -cinco mortales- en Sierra Leona, de acuerdo a informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Profundamente preocupada por la epidemia que representa una seria amenaza regional", la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO), integrada por quince países, entre los cuales figuran Guinea, Liberia y Sierra Leona, hizo un llamado de ayuda a la comunidad internacional.
A pesar de que se han tomado algunas precauciones, la fiebre ébola "no es una enfermedad que normalmente provoque un número elevado de víctimas, contrariamente a la gripe u otras enfermedades contagiosas", señaló en Ginebra el portavoz de la OMS, Gregory Härtl, quien añadió que la organización no prevé desaconsejar viajar a Guinea.
Los habitantes de Conakry que interrogó la AFP este viernes se mostraban sorprendidos y preocupados por esta llegada del ébola, hablando de "una nueva maldición divina" en el país, cuya historia ha estado marcada por la violencia político-militar y una gran pobreza.
Más grave que el sida y el cólera
Aminata Camara, empleada bancaria, considera que "esta enfermedad es extremadamente grave, más que el sida y el cólera, que la tensión (arterial) y la diabetes, porque al menos éstas cuentan con un tratamiento y a la larga pueden curarse".
Según el ministerio de Salud, los casos de ébola en Conakry fueron provocados por la muerte de un comerciante originario de Dabola, cuya familia lo llevó a su región natal para ser inhumado para después regresar a Conakry.
Según los científicos, los ritos funerarios, en los cuales parientes y amigos mantienen contacto con el cadáver del difunto, juegan un rol importante en la transmisión del ébola. La enfermedad también puede transmitirse por la manipulación de animales portadores del virus, vivos o muertos.
La detección de casos de ébola en Conakry es aún más inquietante puesto que esta ciudad, con más de dos millones de habitantes, es bastante insalubre: la mayoría de los barrios no disponen de electricidad ni agua potable, mientras que una manera eficaz de prevenir la enfermedad es precisamente la higiene.
No existe vacuna ni medicamento alguno contra el ébola, y solamente las medidas preventivas pueden permitir controlar su expansión, como la instalación de centros de aislamiento para los enfermos y la desinfección sistemática de los hogares de las personas afectadas.
Las autoridades sanitarias guineanas y las organizaciones internacionales presentes en Guinea, destacando la propia OMS y Médicos Sin Fronteras (MSF), han multiplicado sus actividades para acotar la zona afectada y reforzaron sus equipos desplegados en el terreno.
Varias toneladas de material, entre los cuales figuran "kits de higiene", que ayudarán a los habitantes de la región afectada a protegerse de la epidemia, fueron enviadas al sur de Guinea, y también se han iniciado campañas de información y sensibilización "puerta a puerta", inclusive en aldeas remotas.
El nombre del virus proviene de un río del norte de la República Democrática del Congo (RDC), donde fue detectado por primera vez en 1976.
Éste ha matado a unas 1.200 personas sobre 1.850 casos confirmados durante las epidemias más graves en África Central, pero es la primera vez que una de esta magnitud se registra en África del Oeste. AFP
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