En un artículo titulado 'España, el país de las cenas a las 10 p.m., se pregunta si no es hora de cambiar los horarios', el periodista Jim Yardley sugiere que el país ibérico necesita cambiar sus 'biorritmos' para salir de la crisis.
En su reportaje, el periodista del 'The New York Times' destaca que "mientras en otros países la gente se prepara a esta hora para ir a la cama, en España la noche no comienza hasta las 22:00 horas, momento en que se sirve la cena y comienza el 'prime-time' televisivo, que no acaba hasta la 1:00".
España, dice Yardley, está "empeñada en vivir con su propio reloj" y sus singulares ritmos de vida, algo que carece de sentido en un momento en que el país "trata de recuperarse de una grave crisis económica". Así, un movimiento se está despertando entre los ciudadanos a favor de que se adapte un horario más "normal" que permita a los españoles "ser más productivos y estar más en sintonía con el resto de Europa".
Acabar con la siesta
El reportero alude al 'cliché' de la siesta española ilustrándolo con una fotografía en cuyo pie de foto puede leerse "Un horario más eficiente haría que las siestas tuvieran que ser de una hora o menos".
"Durante décadas, han sido muchos los españoles que se han tomado un largo descanso para la siesta del mediodía, algo que quedaría reducido con un sistema más eficiente", insiste Yardley, si bien reconoce que aunque es cierto que la siesta es posiblemente un tópico injusto, lo que no puede negarse es el hecho de que no pocos trabajadores españoles comienzan su jornada a primera hora de la mañana y la terminan bien entrada la noche, algo contraproducente en términos de productividad.
Cambios necesarios
En este sentido, Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), señala que hay "cambios necesarios" que España debe iniciar si pretende incrementar su eficiencia.
Se debe seguir el ejemplo de muchas empresas que han hecho esfuerzos por rentabilizar el tiempo
Así, "la medida de adelantar el reloj una hora debe ir acompañada de un cambio de hábitos como, por ejemplo, que se dejen de emitir programas televisivos de 'prime time' después de las once de la noche. También se debe seguir el ejemplo de muchas empresas que han hecho esfuerzos por rentabilizar el tiempo y en las que los empleados salen antes, con lo que tienen mayores posibilidades para atender a sus hijos, sus mayores, o sus asuntos personales. El efecto motivador que produce en los empleados aumenta la productividad", asevera el experto.
Sin embargo, la realidad es que, en opinión de Paula del Pino, española de 47 años, "la sociedad española está chapada a la antigua y a los políticos les gustan las cosas tal y como están ahora".
Nada va a cambiar, y están muy bien así y puunto.
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