Con todos los cambios en el estilo de vida, las actividades diarias y el estrés al que continuamente se somete la sociedad, la falta de energía y cansancio debilitan con mayor agudeza. Muchos, por cumplir con las responsabilidades del día e incrementar la capacidad para trabajar, buscan las conocidas y en algunos casos peligrosas bebidas energéticas como si de una pócima mágica se tratara. Para muchos deportistas que tienen que lidiar con sus entrenamientos, carreras, colegio y vidas personales, el tiempo no es suficiente para alimentarse e hidratarse adecuadamente. Consumir una de estas bebidas puede ser una forma ideal y rápida de obtener fuerza extra.
Tomarlas sin ningún control y sin conocer qué es lo que se está ingiriendo puede resultar perjudicial para la salud; no todas las bebidas energéticas son adecuadas para todas las personas ni para todas las circunstancias; por tal razón, es importante conocerlas. Uno de los errores más comunes de los jóvenes es combinar estas bebidas con alcohol. Esta mezcla garantiza insomnio constante, entre 24 y 36 horas despiertos y problemas cardiacos. En algunos casos, estos soslayan sus efectos nocivos en época de exámenes para mantenerse activos.
Víctor Hurtado, cardiólogo, informó que el nombre de estos energizantes describe principalmente lo que realiza, mantener el organismo del ser humano activo. Pero pueden producir hipertensión o, en otros casos, un paro cardíaco. “Son bebidas sin alcohol, con algunas virtudes estimulantes que quitan el agotamiento, aumentan la habilidad mental, desintoxican el cuerpo y suben el ánimo general. Esto no es otra cosa que una droga legal para tener un buen rendimiento. Es como si tomaras 20 tazas de café”.
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