Restos hallados en Francia confirman esta práctica
en la otra especie humana inteligente antes de que el hombre moderno
llegara a Europa.
Los neandertales, la otra especie humana inteligente, enterraban a sus muertos.
Un equipo internacional de arqueólogos ha llegado a la conclusión
después estudiar durante trece años unos restos descubiertos en el
sudoeste de Francia. Los hallazgos, que se describen en la revista
Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), confirman que
los entierros tuvieron lugar en Europa occidental antes de la llegada de
los humanos modernos.
"Este descubrimiento no sólo confirma la existencia de
enterramientos neandertales en Europa occidental, sino que también
revela una capacidad cognitiva relativamente sofisticada para llevarlos a
cabo", explica William Rendu, autor principal del estudio e
investigador en el Centro de Investigación Internacional en Humanidades y
Ciencias Sociales (CIRHUS) en Nueva York.
La primera vez que existieron sospechas de un enterramiento
neandertal fue en 1908 cuando científicos de la época encontraron en La
Chapelle-aux-Saints, en el suroeste de Francia, huesos humanos bien
conservados. Sus descubridores creyeron encontrarse ante un cementerio
creado por el predecesor de los primeros humanos modernos. Sin embargo,
sus conclusiones han generado controversia en la comunidad científica
desde entonces, con los escépticos que mantienen que el descubrimiento
había sido mal interpretado y que el entierro podía no haber sido
intencional.
Desde 1999, Rendu y sus colegas han excavado en otras siete
cuevas en la zona. Durante los trabajos, que concluyeron en 2012 , los
científicos encontraron más restos neandertales, dos niños y un adulto,
junto con huesos de bisontes y renos.
Restos cubiertos
Aunque no encontraron marcas de herramientas y demás
pruebas de excavación donde el esqueleto inicial fue desenterrado en
1908, el análisis geológico de la depresión en la que aparecieron los
restos sugiere que no era una característica natural del suelo de la
cueva.
Como parte de su análisis, los autores del estudio también
revisaron los restos humanos que se encontraron en 1908. En contraste
con los restos de renos y bisontes en el lugar, los del neandertal
contenían algunas grietas, no suavizadas por efecto de la exposición a
la intemperie, y tampoco hay signos de perturbación de los animales.
"La naturaleza relativamente prístina de estos restos de
50.000 años de antigüedad implica que se cubrieron poco después de la
muerte, apoyando fuertemente nuestra conclusión de que los neandertales
en esta parte de Europa hacían lo necesario para enterrar a sus
muertos", observa Rendu . "Si bien no podemos saber si esta práctica era
parte de un ritual o meramente pragmática, el descubrimiento reduce la
distancia entre su comportamiento y el nuestro".
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