Gran parte de las investigaciones médicas están constantemente dirigidas a patologías que afectan a grupos mayoritarios de la población. Sin embargo, aquellas que tienen una incidencia menor, conocidas como enfermedades raras, también necesitan ser indagadas buscando el bienestar y la calidad de vida de las personas que padecen estas condiciones no tan comunes. Tal es el caso de las enfermedades de la sangre que, si bien son poco conocidas, tienen complicaciones delicadas que deben ser estudiadas con cautela y determinación.
Conscientes de esta realidad y de la importancia de la actualización médica, año tras año se realiza el Congreso Venezolano de Hematología, realizado recientemente en la ciudad de Barquisimeto.
En este evento médico científico, se discutieron temas de interés en el área hematológica que abarcaron patologías como la leucemia mieloide crónica y la mielofibrosis. El doctor Kevin Nacho, hematólogo y asesor médico de Novartis México, explica que “en el 2013 la leucemia mieloide crónica ya no es sinónimo de mortalidad. De hecho, se constituye como una enfermedad modelo porque representa la posibilidad de curación de la leucemia sin necesidad de quimioterapia, sino con tratamientos dirigidos a un blanco molecular específico, como son los inhibidores de tirosín quinasa”.
De esta manera, es posible brindar a estas personas supervivencia libre de progresión de la enfermedad y calidad de vida a través del uso temprano del tratamiento adecuado. “Actualmente, los pacientes que son diagnosticados con esta patología pueden continuar trabajando y haciendo la mayoría de sus actividades diarias normales. Ya no requieren hospitalización y con los tratamientos más modernos, menos del 1% de las personas tienen riesgo de progresión de la tan temida crisis blástica –o transformación a leucemia aguda– causa principal de muerte”, afirma el especialista.
Hace menos de una década esta enfermedad era mortal, asevera el galeno, los pacientes en unos cuatro a cinco años progresaban a la crisis blástica y fallecían con una leucemia aguda resistente a la quimioterapia y al trasplante. La introducción de un fármaco como nilotinib, ha permitido que más pacientes ya no solamente sobrevivan a la leucemia sino que además tengan profundos grados de respuesta molecular, prácticamente con desaparición de la causa patogénica fundamental de la enfermedad hasta en un 25% de las personas tratadas con este fármaco, lo que motivó el desarrolló de varios estudios clínicos que evalúan la suspensión del medicamento, debido a la posibilidad de curación.
Por otra parte, el doctor Tonatiuh Romero, biólogo molecular y asesor científico de Novartis México, refirió su ponencia en base a otra enfermedad que afecta la sangre: se trata de la mielofibrosis.
Esta patología entra dentro de las denominadas neoplasias mieloproliferativas, que son aquellas enfermedades en las que la médula ósea produce un exceso de glóbulos blancos. “Fatiga generalizada, fiebre, sudoración nocturna y dolor en los huesos, acompañado de signos como anemia progresiva, fibrosis en la médula ósea y agrandamiento del bazo, son los síntomas que la caracterizan”, explica Romero.
Desafortunadamente, no existe en la actualidad una manera de prevenir esta enfermedad. Por ello, la difusión de las herramientas y técnicas farmacológicas, en colaboración con el diagnóstico y seguimiento clínico de estos tipos de cáncer, recae en el desarrollo de estos eventos médicos científicos, que contribuyen a la actualización de especialistas y, por ende, a una mejor calidad de vida para pacientes con enfermedades hematológicas.
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