Toda familia que tiene algún hijo con una enfermedad grave se ve obligada a enfrentarse a interminables preocupaciones y, en ocasiones, a trabas institucionales de difícil solución.
¿Qué ocurriría si para salvar a tu hijo tuvieras que enfrentarte a los políticos?
Es el caso de la familia estadounidense Wilson, dispuesta incluso a perseguir al gobernador que podría cambiar la ley que, según ellos, salvaría a su hija.
Meghan y Brian Wilson lo tienen claro y van a hacer todo lo que esté en sus manos para lograrlo. Llevan meses liderando un movimiento en Nueva Jersey (Estados Unidos) que busca la ampliación de las opciones de los niños enfermos que puedan aliviarse con el uso de marihuana medicinal.
Y es que esta pareja está convencida de que solo la administración legal de esta droga puede ayudar a la pequeña Vivian, de dos años de edad, a curarse de un síndrome, el de Dravet o "epilepsia mioclónica grave", que no le deja vivir como se merece y que le provoca innumerables ataques febriles.
Sin embargo, el ánimo de sus padres atisbó un pequeño halo de esperanza cuando se enteraron de que cierta cepa de la marihuana, destilada en aceite, estaba ayudando a curarse a niños con el mismo síndrome en otras partes de los Estados Unidos, eso sí, en zonas con leyes menos restrictivas.
El principal escollo al que tienen que enfrentarse es que en Nueva Jersey no es posible su uso. Mientras tanto, sobre la mesa del gobernador Chris Christie está esperando desde hace varios meses una propuesta de nueva ley.
Ésta relajaría los controles de los médicos sobre los pacientes, permitiendo más variedad de cepas en cultivo y que convertiría en legal la administración de la droga en otras formas: Vivian no podría en ningún caso ingerir las pastillas que se recetaran en los casos en que la marihuana estuviera permitida.
Brian, el padre de la pequeña, ha encabezado desde entonces un movimiento que reivindica este cambio. Incluso se ha atrevido a desafiar al político junto a otras familias implicadas en la causa. Coincidiendo con la visita del gobernador a la ciudad en la que residen, los esperaron para pedirle que aprobara la ley de una vez por todas.
El argumento más importante que defienden Meghan y Brian es que esa ley les ahorraría sufrimiento, por lo que no entienden que su tramitación esté paralizada. "Por favor, no deje morir a mi hija", le rogaron al político. "No podemos esperar un año mientras se soluciona el papeleo para empezar el tratamiento", explicaron según The Guardian.
Por su parte, el gobernador ha explicado que está estudiando todos los pormenores, difíciles de solucionar ante el temor de que una ley menos prohibitiva pudiera permitir el uso de la marihuana por personas equivocadas. Todo esto ni mucho menos ha cubierto las necesidades de los padres de Vivian, que siguen con su lucha sin cuartel.
Fuente: ar.mujer.yahoo
Fuente: ar.mujer.yahoo
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