En los últimos años, la bicicleta ha aumentado de forma considerable su popularidad en un amplio sector de la población. Barato, rápido y ecológico, muchas personas piensan que este vehículo será el medio de transporte urbano más utilizado en un futuro cercano.
El desarrollo de sistemas eléctricos de apoyo al pedaleo pueden suponer un auténtico impulso a la implantación de este tipo bicicletas. En la actualidad, ya es posible adquirir este tipo de vehículos, que se anuncian mucho más sencillos de cargar, con una autonomía más ajustada y, sobre todo, bastante más económicos que los coches eléctricos.
Sin embargo, para disponer de una bicicleta eléctrica no es necesario desembolsar una gran cantidad de dinero, sino que, tal y como asegura un artículo publicado en la bitácora «Autoblog en español», también es posible fabricarse una propia.
Eso es lo que ha hecho el joven estadounidense que protagoniza la noticia quien, tras equipar su bicicleta con dos pequeños pero potentes motores eléctricos, ha logrado que el vehículo alcance una velocidad punta de 80 kilómetros por hora y pueda recorrer hasta 60 kilómetros de distancia sin necesidad de emplear los pedales.
Al conectar un motor a cada una de las ruedas este manitas ha convertido su bicicleta en un vehículo de tracción total con unas prestaciones que tienen muy poco que envidiar a muchos ciclomotores. Sin embargo, el secreto para alcanzar esa elevada velocidad y autonomía se encuentra en la espalda del ciclista, ya que es ahí, dentro de una mochila, donde se encuentran las baterías que alimentan los motores.
La principal ventaja de este dispositivo es que, al ser totalmente portátil, puede conectarse a cualquier enchufe y, en tan solo una hora, alcanzar su carga máxima. Quizás sea una solución aparatosa, pero sin duda es bastante práctica. Gracias a este ingenioso invento casero, parece que quienes negaban el futuro de la bicicleta como medio de transporte porque hacía sudar, se han quedado sin argumento.
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