Una dramática persecución en el estado de Georgia, Estados Unidos, mantuvo en vilo a una madre. Felizmente, nada le ocurrió a su hijo William, presuntamente secuestrado por una amiga suya.
“Espero que le prendan fuego el trasero”, dijo una furibunda Kristen Howard al referirse a Samantha Barret, sospechosa de secuestrar a William, de apenas ocho meses. Según Howard, a quien consideraba su amiga, robó su vehículo con el pequeño adentro.
El incidente se produjo el miércoles por la tarde. Tras activar la alarma AMBERT -un sistema de notificación de menores de edad desaparecidos-, la policía dio con Barret en una ruta. Lo que siguió fue una intensa persecución, con velocidades que alcanzaron los 130 kilómetros por hora.
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