Un delincuente se arrepiente de sus actos criminales recibiendo a Cristo y dejando en el pasado su vida delincuencial.
El caso del brasileño Jairo Gomes Lyra llamó la atención de los medios de comunicación esta semana. Inmerso en la vida del crimen desde los 18 años, comenzó practicando varios robos en Sao Paulo y Pernambuco.
Tenía cuatro condenas, ha pasado por 17 centros penitenciarios en San Paulo y seis en pernambuco. El año pasado huyó de una condena de un régimen semiabierto y estaba huyendo desde entonces. Sin embargo, en los últimos meses la vida de Jairo ha experimentado un cambio importante al conocer el Evangelio. Llegó a ser evangélico y esta semana decidió rendirse a la justicia.
Jairo respondió por una acusación de intento de asesinato contra un capitán de policía militar en 2009 y cumpliría una pena de 10 años. "No tienes vida. Esa vida es un error", dijo cuando intentaba explicar cómo es el mundo criminal y el tiempo que pasó huyendo de la justicia.
Decidió entregarse y pagar su deuda con la sociedad, Jairo tomó unas pocas pertenencias y llevó su Biblia en el primer distrito de policía en Guarulhos, São Paulo y allí cumplirá los siete años de condena que le falta.
A los 33 años, deja a sus padres y sus cinco hijos esperando fuera de prisión, pero su madre habla orgullosa de la actitud de Jairo. La principal motivación de Jairo y su mayor esperanza es la creencia de que las palabras de la Biblia que siempre lleva con él son verdaderas y que ahora es una persona nueva y quiere vivir una nueva vida después de salir de prisión.
Fuente: Acontecer Cristiano
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