Un niño mexicano al que su madre y su tía arrancaron los ojos ha sido reintegrado en la vida familiar, al lado de su padre y su abuela paterna, tras una sentencia del Tribunal Oral del Distrito Judicial de Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
En 2012, la madre y la tía del menor le sacaron los ojos en un ritual satánico. El pequeño estaba a punto de cumplir seis años. Tras su recuperación y durante más de un año, el menor y su hermano han permanecido en un albergue estatal mexicano, informa CNN México.
El padre y la abuela paterna se hicieron cargo de los niños, de 7 y 11 años ahora, el pasado viernes, tras haber sido investigados por un posible consentimiento de la actividad delictiva de la madre. Sin embargo, la directora del albergue ha comunicado que seguirán supervisando la evolución de los menores, además de continuar otorgándoles atención médica y psicológica.
"Estoy muy contento de que ellos van a convivir mucho conmigo, y voy a dedicarles mucho tiempo y mi apoyo. Siempre mi agradecimiento a todas las personas que nos han apoyado, principalmente a ellos. Vamos a vivir una nueva vida, muy diferente a la anterior y a seguir adelante", dijo su padre en un comunicado.
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