Se lo puede usar como ingrediente suntuoso en platos exclusivos. Es a su vez empleado en la fabricación de instrumentos musicales y hasta en la aviación. Pero, ¿sabías que el oro está siendo probado en experimentos que buscan combatir el cáncer?
En enero de este año, la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias publicó un trabajo realizado por C. Shad Thaxton y Leo I. Gordon (ambos investigadores de Northwestern Medicine) en el que se sugiere que los linfomas de células B podrían ser atacados sin drogas, mediante nanopartículas sintéticas de HDL (abreviatura de lipoproteína de alta densidad ) cuyos centros están formados por partículas de oro.
Las mismas tienen la capacidad de ‘matar de hambre’ a las células cancerígenas al presentárseles como si fueran su comida preferida: el HDL natural (conocido como colesterol bueno). Al acoplarse con las células, las nanopartículas logran bloquear la entrada del colesterol y provocan su muerte al privarlas de dicho nutriente esencial.
Esto es posible gracias a que las nanopartículas en cuestión -originalmente desarrolladas por Thaxton como una posible terapia para enfermedades cardíacas- imitan el tamaño, la forma y la química de la superficie de las partículas de HDL naturales.
Durante los experimentos emprendidos dentro del estudio se pudo demostrar que que el HDL natural no mata a las células ni inhibe el crecimiento de los tumores. Por el contrario, las nanopartículas con oro fueron esenciales para que las células de los linfomas murieran de hambre.
“El oro tiene un buen historial en ser compatible con los sistemas biológicos”, recalcó Thaxton, quien agregó que aún “la nanopartícula HDL tendrá que someterse a más pruebas” antes de ser aplicada en seres humanos.
Habrá entonces que esperar nuevas noticias sobre el avance en los estudios de Thaxton y Grodon. Mientras tantos, si quieres saber más sobre el oro y sus aplicaciones, no te pierdas la serie original Oro Salvaje, muy pronto por Discovery.
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