El consumo de insectos podría ayudar a combatir el hambre en el mundo, según un estudio publicado el lunes por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés).
La FAO señala que unas 2 mil millones de personas en el mundo incluyen insectos en sus dietas. El documento asegura que muchas especies de insectos contienen la misma cantidad de proteínas y minerales que la carne y el pescado, pero además son ricos en algunos ácidos grasos que han demostrado sus beneficios para la salud.
Los insectos, que se encuentran en todas partes y se reproducen rápidamente, son particularmente importantes como suplemento alimenticio para los niños desnutridos, dice el informe.
La entomofagia, o la ingesta de insectos, también ayudaría a combatir la contaminación. La cría de insectos tiene un impacto ambiental positivo por ser menos dependiente de la tierra y producir menos gases de efecto invernadero.
Más de 1900 especies de insectos sirven como alimento en todo el mundo, en su mayoría en África y Asia, pero los occidentales suelen rechazan comer saltamontes, termitas y otros platos crujientes, precisa el informe. "En Occidente tenemos una parcialidad cultural y creemos que porque los insectos vienen de países en desarrollo no pueden ser buenos", indica el científico Arnold van Huis, de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos y uno de los autores del reporte.
Esta tabla incluye algunos ejemplos del valor nutricional de algunos insectos en comparación con productos de consumo más habitual:
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