A sus 42 años, el estadounidense Richard Swanson estaba desempleado, viviendo sin sus hijos y sin hipoteca. Lo que sí tenía era mucho tiempo para reflexionar.
“Te da mucho tiempo para pensar qué es lo quieres en esta vida”, decía Richard en un video de YouTube.
Lo que quería, indicaba, era asistir a la Copa Mundial de Fútbol, programada para el 2014 en Brasil.
“Debería ir caminando a la Copa… Salir por la puerta y empezar a caminar hacia el sur”, señalaba en el video. Y agregaba: “Ya que estoy yendo al Mundial, debería ir pateando una pelota”.
Serían 10.800 kilómetros pateando el balón desde su casa en Seattle hasta San Pablo. No sería cualquier balón: sería uno especial, duradero, diseñado para que los niños en países pobres puedan usar durante mucho tiempo. Aquellos que siguieran su viaje podrían donar para impulsar su programa “One World Futbol Project”.
La travesía comenzó el 1 de mayo.
Terminó abruptamente el último martes cuando una camioneta lo atropelló y mató en Lincoln City, Oregón, a 400 kilómetros de Seattle.
Su muerte fue anunciada en su página de Facebook, Breakaway Brazil, creada para documentar su periplo.
“Con mucho dolor les informamos que Richard Swanson falleció esta mañana. Su equipo, familia, amigos y seres queridos lo extrañaremos y lo recordaremos con cariño. Llegaste a Brasil en nuestros corazones, Richard. Equipo Richard”, decía la publicación.
Sus seguidores proponen que el balón que regateaba sea utilizado en la Copa.
“La pelota debería llegar a Brasil”, escribió Megan Cruz en la página de Breakaway Brazil. “Quizás pueda ser utilizada para la primera jugada y luego ser devuelta a la familia”.
“El puntapié inicial del Mundial debería ser con este balón”, comentó Peda Knezevic en el video de YouTube de Swanson.
La policía está investigando el accidente. Según informes de KPTV-TV y KATU-TV, afiliadas de CNN, el conductor está cooperando.
La página de Facebook de Breakaway Brazil y el video subido a YouTube se llenaron este miércoles de mensajes y tributos a Swanson de fanáticos del fútbol de todo el mundo.
Hubo comentarios en alemán y portugués y hasta publicaciones de Japón y Canadá. Una de ellas era de Devin, el hijo mayor de Swanson.
“¡Sos una inspiración para que todos continúen hacienda lo que aman! Algún día… continuaré tu travesía en tu nombre”, escribió Devin.
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