Un juzgado de Arabia Saudita ha condenado a un libanés a 6 años en prisión y 300 latigazos por convencer a una mujer para que se convirtiera al cristianismo, y a un saudí a 2 años de prisión y 200 latigazos por ayudarla a huir del país.
Los dos hombres y la mujer trabajaban juntos en una empresa de seguros. La mujer, cuya identidad no ha sido revelada, se ha refugiado en Suecia, donde está bajo protección de una organización no gubernamental.
Ambos hombres se enfrentarán también a otros cargos, como corrupción y falsificación de documentos oficiales, que permitieron a la saudita abandonar el país sin el permiso de su familia.
En Arabia Saudita las mujeres no pueden viajar sin ser acompañadas por algún pariente o sin el permiso de su tutor.
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