Tras perder casi 300 kilos, Paul Mason busca dinero para deshacerse de la piel colgante que dejó su drástico cambio.
Pasó de comer unas 20.000 calorías al día a perder más de 290 kilos en tres años, pero aún así su calvario no termina.
Paul Mason llegó a ser el hombre más obeso del mundo con unos increíbles 440 kilos y hoy, a sus 52 años, ya perdió dos tercios de su peso luego de someterse a un bypass gástrico que le dejó el estómago del tamaño de un huevo y ayudó a salvarle la vida.
Sin embargo, los efectos de la pérdida de kilos ha sido desastrosa para su cuerpo.
En un desesperado intento por conseguir ayuda monetaria, Mason se fotografió desnudo para mostrar la cantidad de piel colgante que tiene y de la que se quiere deshacer con una cirugía plástica que le permita recuperar su confianza y movilidad.
"Quiero que los profesionales sanitarios tengan una mirada y piensen 'ya es hora de que ayudemos a este muchacho'", dijo el ex hombre más obeso al diario sensacionalista británico The Sun.
Señaló que su piel se divide en varias partes en el sector de su cintura y piernas causando dolor por el peso y las heridas que se hacen en los pliegues.
La operación que necesita cuesta 60.000 libras (más de 43 millones de pesos), dinero que no tiene. Por eso busca la solidaridad de algún médico.
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